Hoy os hablamos de la torticolis congenita. Una de las patologías que más afectan al niño recién nacido y que nos encontramos cada vez más en consulta.
Definición
Cuando hablamos de torticolis congenita nos referimos a un espasmo del músculo esternocleidomastoideo que afecta al recién nacido. Este músculo se sitúa en la región anterior y lateral del cuello, originándose en la clavícula y esternón llegando hasta el hueso temporal del cráneo. La acción de este músculo es la flexión, rotación e inclinación contrarias.
Causas
Esta torticolis congenita se origina por un sobreesfuerzo por parte del niño durante el parto. Es habitual:
- parto con fórceps
- malposición uterina
- Los padres tienen tendencia a posicionarles en la cuna en una misma posición continuamente con todos los estímulos al niño de un mismo lado (fundamentalmente la luz natural).
¿Cómo lo identifico?
Los padres identifican la torticolis congenita porque observan que siempre tiene la cabeza inclinada hacia un mismo lado. Está restringido el movimiento contrario y siendo incómodo para el niño. Además a la palpación del músculo provocador de la torticolis congenita, se observa lo que nosotros llamamos “oliva” que no es más que un fuerte espasmo o “contractura” en forma de “bolita”. El diagnóstico certero de la patología se puede corroborar con una ecografía del vientre muscular.
Esta torticolis congenita en multitud de ocasiones se asocia a plagiocefalia (deformación del cráneo del niño). Al estar el niño tumbado en la cama con un apoyo incorrecto continuo de la cabeza puede generar esta deformación. El cráneo del recién nacido hasta el año es muy moldeable.
Tratamiento de la torticolis congenita
- En un primer estadío es del Fisioterapeuta para corregir esa musculatura afectada. La mayoría de los casos son resolubles nada más que con Fisioterapia en el período de unas semanas/meses.
- En el caso de que sea un problema recidivante o que no se obtengan los resultados deseados, se puede emplear toxina botulínica para procurar disminuir dicho problema.
- Siempre como última opción y después de 18-24 meses, si no hay resultado al tratamiento de la torticolis congenita se opta por la resección de la musculatura afectada mediante cirugía.
El tratamiento de la torticolis congenita incluye además de la corrección de la musculatura afectada, una colaboración estrecha con los padres. Tiene que ser capaces de modificar todos aquellos estímulos visuales, sonoros, táctiles… que estén impidiendo la resolución del caso.
Esperamos que os haya gustado.
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